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El voluntariado también es cuestión de familia

Las relaciones familiares son una parte fundamental en las vidas de cualquier persona, para bien o para mal, aunque esto para nadie es un secreto. Sin embargo, pocos hablan del valor intrínseco que existe en aquellas oportunidades que la vida da para marcar una memoria junto a nuestra familia. Y si esta oportunidad llega de la mano con una pasión compartida, su valor se multiplica.

Ernesto y Diego Calles (padre e hijo) y Andrea y Valeria Romero (hermanas), vieron en el voluntariado de los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 esa oportunidad que pocos logran entender.

Fue así que Ernesto, junto a su hijo Diego, en busca de fortalecer su relación como padre e hijo, acudieron el pasado jueves a un centro comercial capitalino, donde el COSSAN2023 instaló un kiosco de captación de voluntarios, con el objetivo de sumarse al equipo de voluntariado para los Juegos San Salvador 2023.

Ernesto relataba que el deporte es una pasión en común que los ha unido junto con Diego en muchas actividades, y vieron en estos Juegos una oportunidad de aprender y adquirir experiencia en el rubro.

“Siempre estamos viendo si participamos en actividades juntos y ver si nuestro tiempo lo compartimos en actividades que sean para la población, y mejor si es algo deportivo porque nos gustan mucho los deportes”, expresó Ernesto.

Diego, un adolescente apasionado por el deporte, también se mostró ilusionado de formar parte de la gran familia de voluntarios para los Juegos San Salvador 2023, especialmente por poder apreciar, en persona, lo que solamente ha podido ver en la televisión.

“Me va a ayudar mucho a ganar experiencia, cómo se siente estar en esas circunstancias, todo lo que veo en la televisión poderlo vivir aunque sea un poco, en un modo de ayudar a otros atletas a que tengan todo lo necesario en los Juegos”, mencionó Diego.

Un voluntariado entre hermanas

Andrea y Valeria Romero son dos hermanas cuya jovialidad se percibe desde el primer saludo, y sus personalidades proyectan el deseo de compartir su alegría a esta justa deportiva regional. Ambas asisten juntas al gimnasio y ven en el deporte una forma de expresar su envidiable energía.

Pocos minutos después, con un par de sonrisas que irradiaban felicidad, Andrea y Valeria llegaron para inscribirse como voluntarias. Y es que no hubo necesidad de brindarles mucha información, ellas ya estaban convencidas de sumarse al equipo de voluntarios.

Para Andrea, la mayor de las hermanas, el voluntariado será “una oportunidad y una experiencia única. Creo que va a abrir puertas tanto como juventud salvadoreña y como atletas que no estamos inscritas a ninguna federación, y también es una gran oportunidad para el país, pienso que ha abierto puertas no solo a la economía sino para ver el talento nacional”.

Valeria, la menor, ve en el voluntariado una puerta para expresarse y aportar sus conocimientos al servicio de la familia deportiva salvadoreña. “Yo siempre he tenido un espíritu servicial y creo que esta es una gran oportunidad para servir a mi país”, expresó.

Antes de marcharse, ambas manifestaron su deseo de ayudar cuanto antes, por lo que fueron incluidas en el grupo de personas que desde ya están colaborando en la captación de voluntarios.

Los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 tienen entre sus objetivos llevar el deporte a las familias, brindándoles una oportunidad de celebrar en conjunto la fiesta deportiva más importante de la región, trayendo consigo memorias y experiencias inolvidables para la sociedad salvadoreña. Ernesto, Diego, Andrea y Valeria lo entendieron, y ahora disfrutarán juntos de esta experiencia familiar.

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