José Armando Bruni recuerda con orgullo muchos detalles cuando fue parte del equipo de voluntariado para los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2002 y, 21 años después, el exatleta de bádminton ahora vivirá los XXIV Juegos San Salvador 2023 como presidente del Comité Olímpico de El Salvador (COES).
Por eso hablar del tema del voluntariado entusiasma a Bruni, quien lidera a la entidad olímpica desde el 2021.
“Han pasado 21 años, ahora soy voluntario pero desde la dirigencia deportiva, entonces, es casi una experiencia que difícilmente se vuelve a repetir. Hay que aprovecharla y hacer nuestros estos juegos, porque atletas y voluntarios son el alma de los juegos y espero que lo vean como experiencia de vida”, enfatizó Bruni, quien también es presidente de la Federación Salvadoreña de Bádminton.

Cuando fue voluntario, Bruni tenía 12 años, estudiaba en el Colegio Sagrado Corazón y era jugador de bádminton de la categoría menores de 15 años y la Federación Salvadoreña de Bádminton (Fesalbad) tenía apenas dos años de existencia.
“Empezaron a reclutar voluntarios, lo mismo que se está haciendo ahora. Yo me inscribí como voluntario en la federación y hacíamos de todo. Las jornadas eran bastantes largas, a las 7:00 de la mañana ya teníamos que estar en el lugar y nos íbamos a casa entre 7:00 u 8:00 de la noche, porque había que esperar hasta que la última persona se fuera”, recordó Bruni.
Desde su oficina en el COES, Bruni explicó que desempeñó tareas de atención a las diferentes delegaciones de bádminton y colaboró en el cambio de marcadores de los partidos, entre otras.

“Nos dieron unas camisas anaranjadas, eran camisas tipo polo y en el kit también venía una gorra y cada día que se usaba había que lavarlas para volverlas a usar al siguiente día”, recordó.
Bruni explicó que las competencias de bádminton para los Juegos 2002 se desarrollaron en el Pabellón Centroamericano de la ex Feria Internacional, y que luego pasó a llamarse Centro Internacional de Ferias y Convenciones Internacional (CIFCO).
“Ahí desayunábamos, almorzábamos y cenábamos, a algunos los ponían como jueces de línea, a los más capacitados, y a los que teníamos menos experiencia nos tocaba llevar los marcadores, en aquel entonces no había pantallas digitales, a uno le tocaba cambiar los marcadores a mano”, amplió.
En su experiencia como parte del voluntariado de los Juegos 2002, Bruni mencionó que la delegación de República Dominicana le obsequió una camiseta firmada por los jugadores de bádminton, además de un pin alusivo a los juegos como parte de las cortesías en el olimpismo y después de que los caribeños habían hecho un reclamo, un par de días antes, por un marcador en uno de sus juegos.
“Me tocó estar cambiando el puntaje manualmente en un partido en el que estaba jugando República Dominicana y recuerdo que se molestaron porque yo no escuché bien lo que dijo el árbitro, había bastante gente y por el ruido que se hacía yo me llevé respecto a la posición que sacaba el atleta, pero yo veía que los de Dominicana se molestaron porque había una confusión en el score y lo que yo estaba publicando no coincidía con los marcadores que ellos llevaban, pero pese a la situación uno siempre debía de tener la sonrisa en la cara”, explicó.

Karen Ramírez, quien ahora es parte de la junta directiva de la Federación Salvadoreña de Bádminton, fue seleccionada nacional en los Juegos 2002, además de Pedro Portillo, que fue entrenador y atleta; Óscar Molina y las hermanas Abigail y Estefany Chávez, recordó el ahora dirigente olímpico.
Bruni también comentó que el guatemalteco Pedro Yang fue uno de los referentes internacionales del bádminton y atleta olímpico que vino a participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe acá en El Salvador y en ese entonces acaparaba la atención.
El dirigente olímpico resume su experiencia de voluntario como enriquecedora. “ Uno se vuelve parte de esa fiesta deportiva, hay reuniones de voluntarios, zonas fans y todo eso creo que es importante, porque uno, además, aprende del deporte, normalmente, entendemos solo de fútbol o de básquet, que son los deportes que más aglomeran aficionados, pero uno puede aprender de bádminton, que es un deporte que uno no va a ver en la televisión, uno puede aprender de ajedrez y es una experiencia sumamente bonita y enriquecedora”.
Bruni no pudo estar en el estadio para la final de fútbol masculino entre El Salvador y México en el que la Azul ganó la histórica medalla de oro, momento que recuerda con nostalgia.
“Las semifinales o finales de bádminton coincidieron con la final de fútbol masculino y yo me moría por ir, teníamos el acceso para poder ir al estadio, pero me tocó turno para estar en el Pabellón Centroamericano, pero ahí estuvimos pendientes de todo lo que estaba pasando en la final de fútbol y pudimos sentir la pasión de esa medalla de oro en el fútbol”, dijo.
El Salvador se impuso en la final a México tras igualar 1-1 en tiempo regular, con gol de Josué Galdámez, y 4-3 en penales, aquel 7 de diciembre de 2002.
El Salvador organizará los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 del 23 de junio al 8 de julio y el presidente del Comité Olímpico de El Salvador está entusiasmado por vivir una nueva fiesta deportiva.
“Ahora tenemos esta oportunidad de presidir el Comité Olímpico de El Salvador que es parte fundamental de los juegos y poner la institución a disposición del gobierno, a disposición del Instituto Nacional de los Deportes y del Comité Organizador, pero siempre enfocándonos en el espíritu olímpico del servicio voluntario para esta justa deportiva. Ya tuve esa experiencia como voluntario, la viví bien, fue muy bonita, muy gratificante y ahora desde esta trinchera puedo proyectar hacia dónde debemos enfocar el tema del voluntariado y con la experiencia que se tiene de otros juegos”, expresó.
El presidente del COES también ve mucho entusiasmo en los atletas para los juegos que El Salvador organiza por tercera vez en su historia, después de los de 1935 y 2002.
“Los atletas están contentos, se están preparando y están agradecidos con la posibilidad de que El Salvador puede hacerse de los juegos El Salvador ha sido el salvavida de estos juego. Si El Salvador no se hubiera presentado no habría Juegos Centroamericanos y del Caribe en esta oportunidad. Panamá declinó después de la pandemia y eso deja un margen muy corto para que un país pueda realmente organizarlo, pero El Salvador toma el reto y lo está haciendo de una forma bastante buena y en tiempo récord”, enfatizó Bruni, quien es abogado y notario, además de Máster en Gestión de Organizaciones Deportivas.
Desde su faceta de exvoluntario y ahora como dirigente, Bruni insta a la gran familia del deporte y a los salvadoreños a disfrutar los Juegos San Salvador 2023: “Vivan esta fiesta deportiva, es una oportunidad única, poder aportar desde esta trinchera al Movimiento Olímpico y a unos juegos, es una experiencia casi irrepetible”.